En una época en la que las prisas, la rapidez y la inmediatez están a la orden del día se hace necesario, más que nunca, hacer una pausa para reflexionar, para hacer valoraciones, para seguir formándose… para seguir mejorando. Ese concepto slow es propio del entorno que nos rodea; la naturaleza no se toma prisas para hacer crecer nuestro viñedo sino que marca un ritmo tranquilo y pausado pero a la vez constante y sólido, gracias al cual obtenemos sus mejores frutos.
Esa misma filosofía inspirada por nuestro terruño es la que intentamos seguir y, por ello, desde el 31 de diciembre hasta el 27 de enero permaneceremos cerrados al público; tanto en nuestras visitas y experiencias en Pago de Carraovejas como en nuestro Restaurante Ambivium.
Origen, alma y emoción
Durante esta pausa dedicaremos la mayor parte de nuestro tiempo a formaciones internas en gastronomía y vitivinicultura; nos echaremos a la carretera para visitar bodegas y restaurantes con el fin de ampliar nuestras miras, repasaremos distintos proyectos de I+D+i -propios y ajenos-, seguiremos explorando la mejor coctelería mundial; profundizaremos en nuestro viñedo para transmitir sus sensaciones… exprimiremos el tiempo para volver, con más fuerza aún, con un objetivo muy claro: ofreceros solo la mejor de las experiencias posibles en Pago de Carraovejas y Restaurante Ambivium.
Un tiempo para nosotros que, finalmente, estará dedicado a vosotros: los clientes. Vosotros sois el principal objetivo de nuestro trabajo, lo que nos mueve para mejorar día a día, para seguir intentando ofreceros lo mejor y para que viváis una experiencia que perdure en vuestro recuerdo.
Os esperamos… ¡con más ganas que nunca! el día 28 de enero.